Nosotros
“El timón nos guiará siempre hacia el norte”.
A comienzos de 1948 llegó al Perú en un barco Carolina Guttman de Rosenberg, en condición de refugiada de los campos de exterminio Nazi a consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, junto con su esposo Edmundo Rosenberg y su hijo Félix (de apenas dos años de edad). Edmundo, Carolina y Felix navegaron entre el vaivén de sus sueños y sus esperanzas, confiando en el timón que dirigía la barcaza, en búsqueda de una nueva vida que los hiciera felices otra vez.
Se instalaron en la hermosa ciudad de Lima, la cual los acogió con los brazos abiertos y llenos de abundancia. En octubre del mismo año inició la Sra Carolina— sobre una mesa de cocina, con unos retazos de telas y algunos incipientes trazos de diseño — las primeras confecciones de prendas de vestir, con todas las fuerzas para enrumbar su vida hacia un claro norte, firme y sin atisbos de soledad o temor. Como el brazo fuerte de un timón enrumbando la barcaza hacia un océano calmo, cálido en medio del borde del pacífico mar del sur.
Luego abrieron una pequeña fábrica ubicada en el centro de Lima (hoy Jr. Huancavelica), donde la marca se especializó en la confección de Alta Costura para damas. Gracias al crecimiento acelerado de la empresa, buscaron otro lugar más amplio, mudándose en 1959 a Av. Bolivar 970.
En 1977, luego de mucho esfuerzo, se edificó el local, taller y oficinas de 3,000 metros ubicado en la cuadra 18 de la Avenida Bolívar, donde actualmente podemos otorgar a nuestro público una atención de la mejor calidad y también desarrollar un poco más de nuestra actividad.
Con el tiempo se fueron abriendo las boutiques, tanto en Lima con las de Parque Sur y Pardo, como las de Provincias en Arequipa y Huancayo. Durante todos estos años, se ha ido posicionando la marca Carolina en los primeros lugares de la Alta Costura de Lima.
Hoy en día, el espíritu de la Sra Carolina vive en cada prenda y accesorio producido, y en el equipo que trae la marca a la vida. Seguimos siendo propietarios de todo nuestro proceso productivo, asegurando calidad y atención al detalle. Seguimos trabajando como familia, con costureras que llevan sobre 20 años con la organización, quienes le ponen amor y pasión a cada puntada. Y seguimos confiando en este timón, que quedó impreso en la marca junto al nombre de la Sra. Carolina, con su deseo de que no se pierda la conducción firme y humana.