En 1948, en una pequeña fábrica ubicada en el centro de Lima nace Carolina y el amor por la confección de Alta Costura.
Hoy en día seguimos navegando firme y humanamente, comprometidos con la calidad que nos caracteriza. El timón nos guía siempre hacia el norte, transformando telas en prendas con historia y alma.
 
  
  
 
  
  
 
  
  
 
  
  
 
  
  
 
  
  
 
  
  
 
  
  
 
  
  
 
                        
                      
                     
                          
                             
                        
                      
                     
                          
                             
                        
                      
                     
                          
                             
                        
                      
                     
                          
                             
                        
                      
                     
                          
                             
                        
                      
                     
                          
                             
           
             
           
             
           
             
           
             
           
             
           
             
  
  
 
  
  
 
  
  
 
       
  
  
 
  
  
 
  
  
 
       
  
  
 
  
  
 
  
  
 
  
  
 
       
  
  
 
  
  
 
                            
                          